Carlos Pardo (Madrid)

Carlos Pardo (Madrid)

 
 

Poeta, escritor y crítico literario en revistas como Turia, Paraíso, entre otras. Merecedor de premios de poesía como el Premio Hiperión, Premio de Poesía Emilio Prados y el Premio de Poesía Generación 27.

En sus textos se pregunta y automáticamente pregunta a sus lectores ¿Para qué sirve escribir hoy en día?: Hemos dejado fluir el tiempo / sin anotarlo, / como si nuestra educativa vida juntos / no mereciera más que una metáfora: / el chorro que se escurre cada día.

Carlos escribe en direcciones diversas, sus versos tienen una trayectoria reconocible. Habla del yo y las cosas, el yo en relación a los otros, la emotividad, la explotación, las costumbres: “Nosotros no / tenemos hogar. / Hacemos cola / bajo el apóstol pintor.” Su obra está llena de imágenes deslumbrantes: “el reflejo de una cristalera con nubes, bypass del cielo”. La manera de escribir, su estilo, rompe con la realidad y obtiene un contacto directo con el lector y con todo aquel que a través de la poesía tenga el deseo y la necesidad de desmentirse.

Rocio Bolanos

 
 
 
 
Y TODO TIENE un aire presexual.
El mar apesta a olas
hormonadas, y para despistar
 
los albañiles
cortaban en la calle las baldosas.
 
Era la primavera, y sigue
una enumeración.
 
 
 
 
 
 
LOS ALANOS emigraban.
El astrólogo cosía el cielo.
 
En las llanuras y en las cordilleras,
en los bosques de escombros mitológicos
los tilos esparcían su ortodoxia,
golpeaban al alba los baldones
de pacíficos reinos,
vertían plomo en campos roturados.
 
A ti y a mí
bajo el caparazón de un cielo rosa
nos cuida el siglo XXI:
cónsules de la retaguardia,
altivos aranceles del amor aduanero.
El alma en su paisaje
filosofa; es el tacto
quien nos da la razón.
 
Te quiero al modo de los viejos
pintores del trecento,
humana y geométrica,
ojos negros, piel blanca,
rebeca roja
y camiseta verde militar
 
Ya debería el tiempo andar por ahí.
 
Las tejas son del gris del dragón de Komodo.
 
Las horas de la tarde
nuestras contemporáneas
 
 
 
 
 
 
MINIMALISMO
 
Dibuja un cero alrededor
de la toalla de su padre.
Trabaja para la memoria
del mundo.
Como yo cuando vierto
en un cuaderno los residuos
de la experiencia.
Como tu ojo que olvida
los poemas pequeños.
 
 
 
 
 
 
NADIE PREGUNTA quién pero nosotros,
comparsas del planeta
burgués, comentaristas
del reciclaje, hombres piojo,
medimos la parábola de la próxima elipse
por si acaso quisieran lanzarnos al desagüe del tiempo
entre los pre y los pos,
porque si todo instante es irredimible-
mente gasto,
todo sujeto es un conservador.
 
Para empezar alguien dice nosotros
pero quién entre ruidos
sin un nombre vernáculo
por exceso de lata,
aun enfermo de abulia en blogs de periferia,
llamara nomadismo a este
 
deambular del trabajo al videoclub,
hacerse el muerto en la contrapartida
del crujir de las ramas,
del adiós de la savia a la página en blanco,
a la página impura
 
y aburre ser tan tonto en tiempos sulfatados.