Idea Vilariño, profesora, catedrática de letras, crítica literaria, ensayista y poeta uruguaya. Pertenece al grupo de escritores “Generación del 45”. Su obra, que nunca se consideró barroca, ha sido traducida a varios idiomas, entre ellos italiano, portugués y alemán. Recibe premios Florencio por su trabajo como traductora del inglés al francés.
Idea es considerada como una de las mujeres más comprometidas e intelectuales de Uruguay a mediados del siglo pasado; participa en diferentes proyectos literarios, se encuentra entre los fundadores de la revista Número y Clinamen, publica ensayos, traducciones y poesía y en 2004 recibe un galardón como la escritora más influyente de la región.
Una escritora de actitud recalcitrante, vive la poesía como su forma de ser y considera todo lo demás que le ocurre en la vida como accidentes. En sus textos habla de escepticismo: “Por qué no volará en cien mil pedazos/ esta escoria volante este puñado/ de tierra y de dolor/ aire y basura.” Toca con gran sensibilidad la soledad: “como una lenta gota / queriendo caer siempre / y siempre sostenida” y enfrenta con la poesía el dolor de la muerte: “Es negro para siempre / las estrellas, los soles y las lunas / y pingajos de luz diversos / con pequeños errores / suciedad pasajera / en la negrura espléndida /sin tiempo / silenciosa”.
El trabajo poético de Vilariño es mirar el espejo del dolor, la melancolía, el amor, la tristeza: “Ya no estás / en un día futuro / no sabré adónde vives / con quién / ni si te acuerdas. / No me abrazarás nunca / como esa noche / nunca. / No volveré a tocarte. / No te veré morir”.
Regala a sus lectores textos íntimos, desencarnados, una invitación para enfrentar la vida y sus matices con brutalidad y protegerse –como lo hizo ella misma- con la poesía.
Idea Vilariño es citada hoy como la poeta que operaba milagros con palabras simples, destaca la potencia, sus experiencias y circunstancias con un trato que llega desde su conciencia, desde la pluma de quien rebelde espera sin esperanza.
Rocio Bolanos
Buscamos…
Buscamos
cada noche
con esfuerzo
entre tierras pesadas y asfixiantes
ese liviano pájaro de luz
que arde y se nos escapa
en un gemido.
Ya no será…
Ya no será,
ya no viviremos juntos, no criaré a tu hijo
no coseré tu ropa, no te tendré de noche
no te besaré al irme, nunca sabrás quien fui
por qué me amaron otros.
No llegaré a saber por qué ni cómo, nunca
ni si era de verdad lo que dijiste que era,
ni quién fuiste, ni qué fui para ti
ni cómo hubiera sido vivir juntos,
querernos, esperarnos, estar.
Ya no soy más que yo para siempre y tú
Ya no serás para mí más que tú.
Ya no estás en un día futuro
no sabré dónde vives, con quién
ni si te acuerdas.
No me abrazarás nunca como esa noche, nunca.
No volveré a tocarte.
No te veré morir.
Sabés
Sabés
dijiste
nunca
nunca fui tan feliz como esta noche.
Nunca. Y me lo dijiste
en el mismo momento
en que yo decidía no decirte
sabés
seguramente me engaño
pero creo
pero ésta me parece
la noche más hermosa de mi vida.
Amor
Desde la sombra
desde el dolor
amor
te estoy llamando
desde el pozo asfixiante del recuerdo
sin nada que me sirva ni te espere.
Te estoy llamando
amor
como al destino
como al sueño
a la paz
te estoy llamando
con la voz
con el cuerpo
con la vida
con todo lo que tengo
y que no tengo
con desesperación
con sed
con llanto
como si fueras aire
y yo me ahogara
como si fueras luz
y me muriera.
Desde una noche ciega
desde olvido
desde horas cerradas
en lo solo
sin lágrimas ni amor
te estoy llamando
como a la muerte
amor
como a la muerte.